Washington. El gobierno de Donald Trump defendió este domingo Chicago su decisión de declarar como "zona de guerra" como justificación para desplegar soldados contra la voluntad de la administración demócrata de la ciudad, mientras que un juez impidió que la Casa Blanca enviara tropas a otra urbe gobernada por demócratas.

Trump autorizó anoche el despliegue de 300 soldados de la Guardia Nacional en Chicago, la tercera ciudad más grande de Estados Unidos, a pesar del rechazo de cargos locales, entre ellos gobernador del estado de Illinois, cuya capital es Chicago, J.B. Pritzker.

La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, defendió este domingo la medida, afirmando en Fox News que Chicago es "una zona de guerra".

Pero Pritzker, en el programa State of the Union de CNN, acusó a lo

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