El colegiado dio el silbido final del España-Brasil y muchos futbolistas de la selección española saltaron entre la euforia y el alivio al campo para festejar una clasificación a octavos de final que aún no estaba certificada, pero que se confirmaría horas después con el triunfo de Australia ante Cuba (3-1) . David Mella, después de quince minutos en el terreno de juego, era uno de los que celebraba y respiraba, aunque también revoloteaban por su cabeza las dos ocasiones claras que había marrado y que le habrían dado el paso a España por diferencia de goles sin haber tenido que esperar a los resultados en otros campos. El escenario acabó siendo el mismo y el Deportivo tendrá que esperar, al menos, unos días más para que se produzca el regreso a casa de su canterano.
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