DE POLÍTICA Y COSAS PEORES
En la habitación número 210 del Motel Kamawa la linda Susiflor, muchacha candorosa, se hallaba en el lecho del placer con Libidiano, hombre proclive a cosas de lubricidad. La ingenua joven le preguntó con vehemencia al labioso galán: “¿Me amas, Libi? ¿Me amas?”. Él tipo se enojó: “¡Carajo! ¡A quién se le ocurre hablar de amor en un momento como éste!”. Babalucas y su esposa vieron por primera vez el mar. “¡Cuánta agua!” -exclamó ella con asombro. Declaró el tonto roque: “Y abajo hay más”. Tres provectos ciudadanos conversaban en una banca del parque. Dijo el primero: “Jamás fumé; no bebí ni anduve con mujeres. Por eso llegué a los 80 años”. Acotó el segundo: “Siempre hice ejercicio y llevé una dieta balanceada. Seguramente a eso se debe que haya llegado a los 90