De la montaña rusa que supone cada partido del Atlético , la de Balaídos provocó vómitos a unos rojiblancos que se habían subido con biodramina. Apenas habían transcurrido seis minutos cuando Barrios condujo, dudó si centrar o tirar y la fortuna, que ha cambiado su gesto con los colchoneros en los últimos partidos, hizo que Starfelt se metiera en propia. La dosis del medicamento duró 40 minutos, lo que tardó Lenglet en ver dos amonestaciones.

Su expulsión dejó al Atlético en inferioridad durante una hora y desembocó en otro drama a domicilio. Un empate que no permite aprovechar la derrota del Barcelona y aleja a ocho puntos al Real Madrid en Liga. La remontada sobre el Rayo y la manita al equipo blanco confluyó en ensayos sobre la justicia porque el Atlético aglutinaba m

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