La agroindustria, las mega granjas porcícolas , la expansión inmobiliaria , los proyectos turísticos y el propio Tren Maya , herencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador y continuada por la presidenta Claudia Sheinbaum con la construcción de un tren de carga, colocan a la Selva Maya bajo “fuego cruzado”, aseguran activistas de Greenpeace.
La organización asegura que tan solo en los últimos cinco años fueron deforestadas casi 300,000 hectáreas, más de lo que se perdió a lo largo de 20 años previos.
“Literalmente la selva arde bajo el fuego cruzado de múltiples industrias que la están contaminando y devastando a un ritmo del cual no podrá recuperarse”, afirmó para Expansión Política Carlos Samayoa, coordinador de la campaña México al grito de ¡Selva! de Greenpeace.
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