Sentir hinchazón o pesadez después de una comida copiosa suele parecer algo inevitable, pero en realidad es una señal que el cuerpo envía cuando algo no está funcionando bien. La relación entre respiración y digestión es mucho más profunda de lo que solemos pensar: no solo importa qué comemos, sino cómo lo hacemos y en qué estado físico y mental llegamos a la mesa.
Según explica Sol de la Torre , especialista española en respiración funcional, uno de los errores más frecuentes es ignorar las señales internas de saciedad y continuar comiendo por inercia. “Ese exceso que ingerimos sobra y nos hace daño: pesadez, hinchazón, problemas gastrointestinales en general… y ya podemos dar por hecho que la digestión no va a ser ni óptima ni eficiente”, señala. Cuando esto sucede, el siste