Mourinho volvía a Do Dragao , un estadio que solo había visto ganar a su equipo esta temporada, pero un clásico es un clásico y pudo pasar de todo. Sin embargo, no ocurrió prácticamente nada y los goles se quedaron para el partido de vuelta, ya en el Estadio Da Luz.

La presión en el inicio del encuentro por parte de Samu y Borja Sainz dejó claro que que lo que estaba en juego era mucho más que los tres puntos. En varias ocasiones le costó salir con el balón jugado a Silva, que lo pasó mal durante gran parte del partido. A pesar de la insistencia y los intentos de uno y otro equipo, el peligro no llegó hasta pasado el minuto 30, cuando Sudakov la pegó de tiro libre y Diogo Costa se estiró sin mucha dificultad para blocar el balón. Mientras que en el otro área, Trubin no tuvo que

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