Vivir en un destino turístico de tanto éxito como las Islas Baleares pesa mucho a los residentes. Y no solo a la hora de buscar una vivienda asequible, ir a un restaurante o con la cesta de la compra se sufre la presión turística que supone recibir 19 millones de turistas al año. También en el día a día cuando se pretende hacer uso de los espacios culturales y el resto de servicios recreativos que se comparten con los visitantes por tarifas más caras o dificultades para acceder por el aluvión de turistas los ciudadanos pueden llegar a sentirse expulsados en su propia tierra. El PP apoya que haya una diferenciación de tarifas para residentes y turistas. El debate ha llegado a Europa y la presidenta del Govern, Marga Prohens , lo ha hecho suyo.
El pasado 23 de septiembre la jefa del Ej