Un dirigente que supuestamente defiende a nivel global una nueva política no puede al mismo tiempo desproteger y vulnerar de semejante forma los derechos democráticos de los sectores que se oponen a su liderazgo
El presidente Gustavo Petro ha encontrado en los foros internacionales y en las conferencias regionales un espacio para posicionar su imagen y promover un conjunto de valores distintos a los que busca como mandatario en Colombia. Pocas cosas entusiasman tanto a Petro como dar discursos, y más cuando estos son sobre asuntos tan drásticos como la extinción de la humanidad y la necesidad de reformar para siempre el orden mundial. Sus palabras suelen tener un relativo eco en los medios de comunicación y las redes sociales, y presentan al presidente colombiano con cierta frecuencia c