En España hay unas 120.000 personas con parálisis cerebral, y el 80% de ellas, según Aspace, son personas con grandes necesidades de apoyo, es decir, que necesitan ayuda para todas o casi todas las actividades de la vida diaria o lo que es lo mismo, atención las 24 horas del día, los 365 días del año.
Cuando son niños, como Mario, el hijo de Ana, este apoyo lo proporcionan las familias, que no solo aportan esos cuidados, sino que mueven cielo y tierra en busca de terapias carísimas que nadie cubre, para conseguir que su hijo tenga la mejor calidad de vida posible.
Pero los niños con parálisis cerebral crecen, y se convierten en adultos como Ana Lidia, unos adultos con las mismas necesidades de apoyo, pero sin colegios a los que ir, menos recursos, sin derechos a pensión -porque la vida l