En tiempos de incertidumbre, el liderazgo se enfrenta a un dilema central. O logra revitalizar la democracia y hacerla funcionar en contextos complejos, o deja abierto el camino al autoritarismo. “El liderazgo del siglo XXI tiene que resolver el problema de hacer la democracia eficaz, porque de lo contrario se caerá en el autoritarismo”, plantea Lorenzetti en “El liderazgo del caos”, el décimo episodio de su podcast.
Uno de los ejes del episodio es la necesidad de pasar de una democracia de imputaciones, basada en acusaciones, sospechas y decisiones tomadas a espaldas de la sociedad, a una democracia de argumentos que fomente el debate público, la maduración de ideas y la toma de decisiones a partir de consensos amplios. “Promover la discusión de los grandes temas antes de decidir es hace