Uno de los jugadores que salió más señalado por la contundente y dolorosa goleada encajada contra el Sevilla fue, y con motivos, Robert Lewandowski. Después de aparecer como suplente en el partido anterior, contra el Paris Saint-Germain, el ‘9’ tenía una oportunidad para reivindicarse, y demostrar que debe de seguir manteniendo su condición de referencia ofensiva del Barça, y jugar absolutamente todo. Pero la desaprovechó por completo.

Estuvo completamente desaparecido, y no intervino en el juego colectivo. Se le vio muy lento y sin ideas, y para culminar su paupérrima actuación, falló un penalti decisivo, cuando el marcador era de dos goles a uno, que hubiera significado el empate de forma temporal. Un partido que refleja que está a años luz de su mejor versión, y que justifica la deci

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