El proyecto aragonés Pistazero ha conseguido adelantar entre tres y cuatro años la entrada en producción del pistacho, uno de los cultivos emergentes con mayor proyección en el campo aragonés. Tras tres campañas de análisis en las parcelas experimentales de Valmuel (Alcañiz), Andorra (Teruel) y Zuera (Zaragoza), los investigadores han comprobado que la aplicación de la denominada ‘poda aragonesa’ permite que los árboles empiecen a dar fruto a partir del cuarto año, frente a los siete o incluso diez que eran habituales con las técnicas tradicionales.

“Es fácil, rápida y además económica para los agricultores”, resume Jaime Valero , responsable de Agrocultívate y socio de Pistazero, al explicar los resultados del proyecto, desarrollado entre 2022 y 2025 con el objetivo de mejorar el

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