La escena se repite y el mensaje empieza a ser contundente. El fútbol está rompiendo a sus jugadores. El último aviso lo ha dado Lamine Yamal , que con apenas 18 años recién cumplidos cayó lesionado con la selección española en septiembre , en plena concentración. Barcelona y Federación cruzaron acusaciones sobre su estado físico y los cuidados recibidos. Hansi Flick, su técnico, no se contuvo: “Es una lástima. Fue al equipo nacional con dolor, jugó... Eso no es cuidar de los jugadores.” Luis de la Fuente respondió defendiendo el protocolo médico de la selección. Lamine estará unas tres semanas fuera , pero el foco no es ese. Su caso solo destapa una realidad que el fútbol se empeña en ignorar: el calendario devora a sus estrellas.

El último informe de FIFPRO sobre la carga de

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