El cometa interestelar 3I/Atlas causó un gran revuelo en la comunidad científica por su transformación veloz y un resplandor que no registra precedentes en objetos de este tipo. Fue descubierto en 2024 por el sistema ATLAS (Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides) en Hawái, donde fue distinguirlo por su fulgor verdoso, por lo que no responde a las características habituales.
El cometa es el tercer visitante que procede a Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). El último 21 de julio fue fotografiado por el telescopio espacial Hubble, cuando se encontraba a 445 millones de kilómetros de la Tierra.
Según los científicos, estos hallazgos demostraron que entre las estrellas no hay un espacio vacío estático, sino que se trata de un corredor donde transitan fragmentos