Dar de baja a un colaborador no es solo un paso final. También muestra cómo actúa la empresa en los momentos importantes. En México, este proceso requiere más cuidado del que a veces se piensa. Si no se lleva bien, pueden surgir conflictos que impactan no solo a recursos humanos, sino a todo el ambiente de trabajo. Lo que ocurre en una salida dice tanto como lo que pasa en una bienvenida.

No se trata únicamente de cumplir con la ley. Una mala baja puede derivar en demandas, afectar el clima interno, dañar la reputación de la empresa o incluso poner en riesgo información sensible. Por eso, cuidar el cierre es tan importante como cuidar la entrada.

En este recorrido por los errores más frecuentes, también es clave entender el papel que juega la carta finiquito , no como un simple documen

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