**¡La Generación Z en Perú se levanta contra la corrupción!**

La noche del 28 de septiembre, Lima se convirtió en el escenario de una intensa protesta. La Policía, en medio de consignas y gritos, intentó dispersar a los manifestantes que se oponían a la corrupción y el crimen organizado. Este evento es parte de una serie de movilizaciones que comenzaron el 20 de septiembre, lideradas por jóvenes de la Generación Z, nacidos entre 1997 y 2012. Estos jóvenes, cansados de la situación actual, han decidido actuar.

Lando, uno de los coordinadores de las protestas, expresó: "Creo y siento que la sociedad estaba buscando esta oportunidad en la cual no solo los jóvenes, sino también el resto de los ciudadanos, saquen adelante esta iniciativa y que no tengan miedo". Sin embargo, muchos de los participantes prefieren mantener su identidad en secreto por temor a represalias.

Las manifestaciones en Perú comenzaron como una reacción a cambios en el sistema de pensiones, pero rápidamente se transformaron en una plataforma para expresar el descontento generalizado hacia el Gobierno. Los manifestantes critican la falta de acción frente a la creciente ola de crimen organizado y la corrupción.

Las calles de Lima han sido invadidas por jóvenes que ondean banderas peruanas y la icónica bandera del anime "One Piece", que simboliza la lucha contra la injusticia. Este símbolo ha resonado no solo en Perú, sino también en protestas en Nepal, Indonesia y Paraguay. Andrés, un estudiante universitario de 18 años, comentó: "El uso de este símbolo es para mostrar ante el público, ante la sociedad, la presencia inminente de una generación que se cansó de abusos".

Las consignas como "este Gobierno no nos representa" y "No más corrupción" resuenan en cada protesta. La situación de inseguridad ha llevado a diversos sectores de la sociedad, incluidos comerciantes y transportistas, a unirse a las manifestaciones.

Recientemente, un grupo de transportistas declaró un "apagón de motores" tras el homicidio de un conductor, lo que refleja el clima de miedo y extorsión que enfrentan diariamente. Lando, quien ha sido víctima de extorsión, afirmó: "El crimen organizado ha crecido tanto en el Perú que poner un negocio ya es prácticamente sentenciarse a que te vengan a pedir cupo".

Cristian Arias, un chofer con más de 20 años de experiencia, expresó su preocupación: "Hay mucho sicariato, mucha extorsión… en el día a día yo no sé si voy a regresar a mi casa". En lo que va de 2025, más de 40 conductores han sido asesinados en Lima, según datos de la Coordinadora de Empresas de Transporte de Lima y Callao.

A pesar del creciente descontento social y una desaprobación del 93% hacia su gestión, la presidenta Dina Boluarte ha afirmado que no renunciará. La situación se complica con un aumento del 29% en denuncias por extorsión y un 10% en homicidios en comparación con el año anterior.

El Ministerio de Transporte ha anunciado reuniones para abordar la problemática de la extorsión, pero aún no se han presentado medidas concretas. La falta de acción del Gobierno ha llevado a la población a exigir cambios significativos en la seguridad y la justicia en el país.