**¡Trump y su estrategia fallida contra China en América Latina!**

El acercamiento de China a América Latina y el Caribe ha generado inquietud en la Casa Blanca durante más de una década. Desde enero, la política del presidente Donald Trump hacia la región ha adoptado un enfoque más confrontativo, lo que, en algunos casos, ha abierto nuevas oportunidades para el gigante asiático.

China ha establecido vínculos con América Latina a través del comercio, préstamos e inversiones, superando a la Unión Europea como el segundo socio comercial de la región. En varios países, la influencia china ya supera a la de Estados Unidos. A pesar de los esfuerzos de Trump por contener esta proyección, su diplomacia coercitiva ha incluido políticas antiinmigratorias, aranceles adicionales y la designación de cárteles como grupos terroristas.

El politólogo José Luis León-Manríquez, de la Universidad Autónoma Metropolitana en México, advirtió que "el panorama está cambiando" y que la presencia de China en la región se asemeja a una nueva "Guerra Fría 2.0". Según él, Washington tardó en reaccionar ante la creciente influencia china, que ha firmado tratados de libre comercio con cinco países y ha inaugurado proyectos significativos como el megapuerto de Chancay en Perú.

Además, 22 de los 33 países de América Latina y el Caribe han firmado la Iniciativa de la Franja y la Ruta, a través de la cual China ha invertido cientos de miles de millones de dólares en infraestructura. El presidente colombiano Gustavo Petro mencionó que su país se acercó a China porque "no nos insultaban allá ni nos amenazaban", refiriéndose a las críticas de Washington.

Trump ha implementado medidas que han afectado las relaciones comerciales, como aranceles del 50% a productos brasileños, lo que ha llevado a China a fortalecer su alianza comercial con Brasil. David Castrillón-Kerrigan, profesor de la Universidad Externado de Colombia, destacó que los países latinoamericanos buscan soluciones a sus necesidades de desarrollo e infraestructura, y que Washington no ha priorizado la región en sus programas de asistencia internacional.

Zara Albright, investigadora de la Universidad de Princeton, señaló que la estrategia de Estados Unidos ha sido más de amenazas que de incentivos. En el Foro China-CELAC, Xi Jinping anunció líneas de crédito por más de 9.000 millones de dólares y se comprometió a importar más productos de calidad. En 2024, el comercio entre China y América Latina superó los 500.000 millones de dólares, multiplicándose casi 38 veces desde el año 2000.

A pesar de esto, el comercio con Estados Unidos sigue siendo el doble que el de China, y Washington mantiene una ventaja considerable en inversiones extranjeras directas. Sin embargo, Albright advirtió que la oferta de financiamiento de China ha disminuido en los últimos años, y que Estados Unidos no ha sido una alternativa real a esos créditos. La narrativa de que China impone condiciones a sus préstamos ha sido calificada como exagerada, y Beijing ha rechazado tales acusaciones, manteniendo su principio de no intervención en los asuntos internos de otros países.