7 de octubre de 2025 - 00:30

Lo ocurrido la semana pasada en torno a las denuncias de vinculaciones entre José Luis Espert y el presunto narcotraficante Fred Machado ha permitido observar un deterioro muy visible del valor de la palabra de la dirigencia política. La ciudadanía ha presenciado absorta el encadenamiento de mentiras evidentes montado por el principal protagonista del oprobio político, que en pocos días pasó de la negación a la aceptación parcial de sus responsabilidades, sumando en cada jornada contradicciones entre sus propias versiones de los hechos. Al cabo de pocos día hubo una conclusión casi unánime respecto de que Espert había mentido y la sospecha de que detrás de la información que continúa saliendo a la luz a partir de las causas judiciales que se tramitan tanto en

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