Cuando los padres están separados, las discusiones suelen ser inevitables; sin embargo, la situación se complica aún más cuando una nueva pareja interviene en esos conflictos. Su participación puede alterar la comunicación e incluso aumentar las tensiones.
La psicóloga Karina Flores advierte que esta intromisión no es recomendable, sobre todo cuando la relación con la reciente conquista todavía no es estable.
La especialista recalca que los temas de educación, tenencia o manutención solo competen a los progenitores, y que es un error involucrar a un tercero. “Deben conversar como adultos responsables, siempre pensando en estar bien para que los hijos perciban esa estabilidad”, subraya.
Según explica, este tipo de situaciones puede intensificar los conflictos, tanto legales como emoc