
ANKARA, Turquía (AP) — Mientras miles de personas se reunían el martes en el sur de Israel para conmemorar a las víctimas en el segundo aniversario del ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre, manifestantes en Indonesia se congregaban para condenar la guerra en Gaza, un conflicto que ha devastado el territorio, ha cobrado decenas de miles de vidas y ha extendido la violencia por todo el Oriente Medio.
Más de 1.000 manifestantes propalestinos marcharon hacia la embajada de Estados Unidos en Yakarta, la capital indonesia, para denunciar el bloqueo de Gaza por parte de Israel y la detención de activistas de la Flotilla Global Sumud que intentaron romper el asedio la semana pasada.
Con cánticos de “Liberen, liberen a Palestina” y banderas ondeando en el aire, los manifestantes exigieron la liberación de los activistas y condenaron los dos años de acción militar israelí en Gaza.
Las autoridades de Indonesia, la nación musulmana más poblada del mundo y que no tiene lazos formales con Israel, desplegaron a más de 1.000 policías para proteger la embajada.
Milicianos liderados por Hamás mataron a unas 1.200 personas y secuestraron a otras 251 en el ataque del 7 de octubre de 2023, ocurrido durante una importante festividad judía. La mayoría ha sido liberada en ceses al fuego u otros acuerdos.
La ofensiva de represalia de Israel en Gaza ha provocado la muerte de más de 67.000 personas, ha destruido vastas áreas de la franja, ha desplazado a un del 90% de la población de unos 2 millones de personas y ha causado una crisis humanitaria en la que, según expertos, la Ciudad de Gaza se encuentra en una situación de hambruna.
El conflicto ha tenido repercusiones en toda la región, lo que ha llevado a Israel a combatir con el grupo Hezbollah de Líbano, con los rebeldes hutíes de Yemen, y contra grupos armados en Irak y Siria, así como en su país patrocinador, Irán, que sufrió grandes pérdidas en una guerra de 12 días con Israel en junio.
El primer ministro británico, Keir Starmer, criticó las protestas propalestinas previstas en universidades de todo el país en el aniversario de los ataques, calificándolas de “no británicas”.
En un artículo publicado en el periódico The Times, Starmer advirtió que tales manifestaciones corren el riesgo de alimentar el discurso de odio y el antisemitismo.
“Esto no es lo que somos como país. Es poco británico tener tan poco respeto por los demás”, afirmó. “Y eso es antes de que algunos de ellos decidan comenzar a corear odio hacia el pueblo judío una vez más”.
La intervención de Starmer se produce en un momento tenso para Reino Unido, pocos días después de que un ciudadano naturalizado de origen sirio lanzara un ataque terrorista en la Sinagoga de la Congregación Hebrea de Heaton Park, en Manchester. Dos hombres murieron y otros tres resultaron gravemente heridos en la agresión.
Tras la ofensiva, las autoridades británicas intensificaron la seguridad alrededor de las sinagogas y criticaron el crecimiento del antisemitismo en la sociedad. El gobierno también considera la posibilidad de otorgar a la policía nuevos poderes para restringir protestas repetidas que tienen un impacto negativo acumulativo en la comunidad.
Más tarde, en Estambul, donde el apoyo público a los palestinos es profundo, la icónica Torre de Gálata, será iluminada con los colores de la bandera palestina para llamar la atención sobre la situación humanitaria en Gaza, informó el Ministerio de Turismo y Cultura de Turquía.
Mientras tanto, las autoridades turcas cancelaron un concierto en Estambul del artista británico Robbie Williams, programado para la noche del martes, por preocupaciones de seguridad.
___
Los periodistas de The Associated Press Niniek Karmini en Yakarta y Danica Kirka en Londres contribuyeron a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.