El envío de las tropas de la Guardia Nacional de Texas a Chicago y Portland ha desencadenado una nueva fricción política y judicial en el país. El gobernador texano, Greg Abbott, comunicó a través de su cuenta de X, que ponía a disposición del Gobierno federal hasta 400 miembros de la Guardia Nacional “para proteger a los agentes federales”.
La medida busca aumentar la protección de los agentes federales durante las redadas migratorias realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), especialmente en esas dos ciudades que han sido escenario de intensas protestas contra dichas intervenciones. Este despliegue ha generado una gran oposición en los estados involucrados.
En Illinois, tanto el gobierno estatal como el de la ciudad de Chicago han presentado una demanda pa