Toneladas de comida, ropa, colchones y utensilios de limpieza e higiene languidecen en un almacén en Amán, la capital jordana. Son, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA), lo básico para mantener la dignidad humana. "La gente que ha sido desplazada varias veces lleva la misma ropa desde hace dos años", cuenta el portavoz de la UNRWA, Jonathan Fawler.

Solo en ese espacio de 7.000 metros cuadrados hay lo suficiente para abastecer a un millón de gazatíes durante un mes. Entre toda la ayuda humanitaria encontramos decenas de cajas "con la comida para alimentar a una familia de cinco miembros durante dos semanas", explica Fowler. Cajas que incluyen alimentos imperecederos como legumbres o latas de sardinas que han sido seleccionados para sean nutrici

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