En Senderiz, una pequeña aldea de Lobeira, David cuelga estos días carteles en los que se ofrece a arreglar todo tipo de material electrónico. Vive entre Pontevedra y Vigo, pero hace unas semanas decidió dar un paso más: alquilar una casa allí, para todo el año. «La idea es mudarme de forma permanente», cuenta. Hasta ahora, trabajaba como técnico en buques científicos y se embarcaba en campañas internacionales varios meses al año. Su historia no es una excepción entre los participantes de Fixar, el programa impulsado por la Xunta y la Asociación Cultural Sende que atrae a emprendedores —y nómadas digitales — para que vivan y trabajen en aldeas gallegas. Algunos llegan para dos semanas y acaban echando raíces.
Desde mayo, los espacios de coliving Sende (Lobeira, Ourense), Anceu