Cada generación hereda la democracia en una condición distinta. Para la Generación Z y los Millennials más jóvenes, esta herencia se siente como un sistema partidista, disfuncional y llena de desinformación que siembra desconfianza y cinismo. Según un reciente informe de CIRCLE, un centro de investigación sobre votantes jóvenes, y la organización Protect Democracy , para muchos parece ser un sistema que no está hecho para resolver sus problemas, aun cuando en los últimos años han votado en números relativamente altos.
El riesgo aquí es la apatía. Porque la democracia en Estados Unidos solo puede avanzar si la gente participa, pero la experiencia de muchos jóvenes les deja pocas razones para seguir haciéndolo. Esa desconexión amenaza el futuro de nuestra república.
La buena noticia es