La llegada a España, a Cataluña, de ciudadanos de otros lugares del globo es un fenómeno complejo y ramificado, con algunas derivadas que lo elevan a categoría de problema.
Uno de los argumentos, tal vez el principal, de los promotores de la inmigración es que la necesitamos para asegurar la viabilidad del país.
Entre quienes apuestan por levantar muros, no hay que esconder que fueron los extremismos los primeros que dieron la voz de alarma, al generalizar que el aumento de la inseguridad está estrechamente relacionado con las nuevas poblaciones.
Hoy, sin embargo, el debate está también sobre la mesa de formaciones más moderadas, que lo abordan desde otros ángulos, que dan pie, a su vez, a otras líneas de discusión. No obstante, la sociedad empieza a asumir que hay que po