Tan solo 27 días después de haber sido designado por el presidente Emmanuel Macron, el primer ministro Sebastien Lecornu le llevó el lunes, a media mañana, su carta de dimisión, tras comprender que era incapaz de formar un gobierno que pudiese conseguir, para leyes críticas como el presupuesto, el apoyo de una mayoría de la Asamblea Nacional. En una alocución franca y de mucha altura, Lecornu cuestionó la mezquindad de los líderes políticos a los que les recordó que “hay que preferir siempre al país por encima del partido”.

El dimisionario –a quien Macron le pidió un último esfuerzo de formar gobierno con un plazo que vence el miércoles– apuntaba al grupo Los Republicanos (centro-derecha), dividido entre quienes querían apoyarlo y quienes preferirían avanzar hacia una coalición con la der

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