El PNV y el PSE, la entente que viene gobernando Euskadi durante prácticamente la mitad del periodo democrático, parecen haberse abonado a la discordia. Los choques entre las dos formaciones que gestionan las principales instituciones vascas se han vuelto cotidianos, con diferentes cuestiones como telón de fondo: las políticas en torno a la inmigración, el debate sobre el nuevo estatuto, el trazado del tren de alta velocidad o, en los últimos días, la gestión de las dos lenguas cooficiales en la función pública. La coalición de jeltzales y socialistas no parece peligrar en el corto plazo, aunque la recurrencia de estas polémicas deja entrever signos de agotamiento que no se percibían hace pocos años.
En las últimas horas, los líderes de ambas formaciones, Aitor Esteban, por parte del PNV,