Unos 500 efectivos de la Guardia Nacional, entre ellos 200 de un “grupo élite” enviado por Texas, se preparan para tomar este 8 de octubre las calles de Chicago, en una nueva ofensiva del Gobierno de Donald Trump contra bastiones demócratas a los que acusa de permitir la anarquía y el crimen. Pero ahora el presidente está listo para ir un paso más allá, pues analiza invocar un instrumento centenario, la Ley de Insurrección, que extenderá el poder y el control militar sobre los ciudadanos.

Unos 500 efectivos de la Guardia Nacional aguardaban la noche de este 7 de octubre en Elwood, 88 km al suroeste de Chicago, por su inminente despliegue en la llamada “Ciudad de los Vientos”, la tercera más grande de Estados Unidos, que se unirá a Los Ángeles y Washington entre las urbes demócratas que ha

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