El día que cumplió los 50 años, el 8 de octubre de 1945, Juan Domingo Perón andaba con un lío, porque sus pares de armas le estaban reprochando al Gobierno la designación de Oscar Lorenzo Nicolini en la dirección de Correos y Telégrafos. El nombramiento era una mojadura de oreja para los altos oficiales, quienes le habían prometido el puesto al teniente coronel Francisco Rocco . Pero el problema mayor no era con Nicolini, sino con Eva Perón , esa mujer de 24 años a la que detestaban. El nuevo funcionario la había ayudado en tiempos pasados y con el nombramiento Evita lograba recompensarlo .
Entre las presiones que tomaban este episodio como una excusa perfecta para acentuar la interna entre los militares por el poder, el coronel se tomó su tiempo para compartir un lunch que le