. Lo que comenzó como un conflicto comercial se transforma hoy en una guerra simbólica entre intereses económicos y política doméstica.
En este sentido, la suspensión de importaciones no es casual. En marzo de 2025, las autoridades chinas suspendieron las licencias de importación de soja para tres empresas estadounidenses, acción oficial justificada por presuntas deficiencias sanitarias. Pero analistas la interpretan como una represalia ante los elevados aranceles impuestos por EE. UU. a productos chinos. Para agravar el efecto, China decidió no registrar nuevos pedidos cuando comenzó la cosecha brasileña, redirigiendo la demanda hacia América del Sur.
Lo cierto es que el golpe generó un impacto negativo para el sector agrícola estadounidense, que son la base de apoyo al MAGA de Trump. E