El programa Vamos a ver vivió este miércoles, 8 de octubre, un intenso cruce de declaraciones entre dos de sus colaboradoras, Alejandra Rubio y Adriana Dorronsoro. La razón del enfrentamiento fue la reciente publicación de unas fotos de Alejandra Rubio, su pareja Carlo Costanzia y su hijo en la portada de la revista Diez Minutos . La disputa fue sobre cómo se interpretó el enfado de Carlo respecto a la exposición mediática de su hijo.

Alejandra Rubio defiende la intimidad familiar

Alejandra Rubio comenzó su intervención explicando que la situación se había malinterpretado. A pesar de lo que muchos pensaban, la colaboradora aclaró que no estaba molesta por la publicación de las imágenes, sino por cómo se había manejado el enfado de su pareja, Carlo. “Estoy bien, de verdad. Creo que se ha malinterpretado lo que Carlo quería decir”, expresó Rubio.

Además, hizo hincapié en que, aunque le gustaría que las fotos de su hijo estuvieran en la intimidad, entendía que estas situaciones son parte de la vida pública a la que se han sometido. “Me gustaría tenerlas a mí y que no estuvieran en portada, pero bueno, me halaga que me tengan en consideración para una portada”, comentó Alejandra.

La postura de Adriana Dorronsoro sobre el comunicado de Carlo

La discusión se intensificó cuando Adriana Dorronsoro intervino para dar su opinión sobre el comunicado de Carlo Costanzia. Dorronsoro consideró que la actitud del padre del niño era incoherente, ya que había subido imágenes de su hijo a sus redes sociales, pero pixeladas para proteger su identidad. A pesar de la buena voluntad de las fotos, Dorronsoro no entendió el descontento de Carlo con la publicación de las imágenes en Diez Minutos , señalando que las fotos en la revista cumplían con la legalidad.

El “hachazo” de Alejandra Rubio

Fue en este momento cuando Alejandra Rubio lanzó un fuerte reproche a su compañera Adriana Dorronsoro. “Nadie ha dicho eso. Si lo queréis llevar por ahí para tener vuestro minutito de protagonismo con esto”, dijo Rubio, haciendo un comentario directo sobre las intenciones de Dorronsoro de ganar protagonismo con la controversia. Esta frase dejó a todos los presentes sorprendidos y marcó el punto más álgido de la discusión.