Durante años, los hermanos Pablo Felipe y Santiago Prada Moriones se movieron como prósperos empresarios en distintos sectores económicos. Se presentaban como inversionistas en construcción, tecnología e incluso proyectos inmobiliarios, pero detrás de esa fachada manejaban una compleja red de lavado de dinero que creció al ritmo del narcotráfico.

Ambos, conocidos con los alias de Black Jack y “Marcos” , estaban al frente de una organización que recibía grandes sumas de dinero producto del envío de cocaína a Europa. Las rutas partían desde los puertos de Turbo (Antioquia) , Santa Marta , Barranquilla , Cartagena y Guayaquil (Ecuador) , con destino a países como Bélgica, Francia, Holanda y España . Allí, las ganancias eran transformadas en supuestas inversiones legales a t

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