La Comunitat Valenciana vive un día grande cada 9 de octubre en el que celebra su festividad regional, que conmemora la entrada de las tropas del rey Jaume I ‘El Conqueridor’ en la ciudad de Valencia en 1238, y que se estableció en 1976, aunque eran unas celebraciones que tenían una tradición histórica.

Pero ese 9 de octubre es algo más que eso, pues se celebra también ‘Sant Dionís’, que es el paralelismo valenciano a San Valentín y que por ello deriva también en la conmemoración del Día de los enamorados valencianos , con una tradición propia.

Así, en el Día de los enamorados valencianos la tradición marca que se regalen unos dulces llamados ‘mocadorà’ y que es un conjunto de trampantojos de frutas o de ‘masclets’ (petardos) elaborados con mazapán por pastelerías y panaderías de la ciudad y su área metropolitana.

La ‘ mocaorà ’ recibe este nombre porque estos dulces llegan envueltos en un pañuelo, ‘mocador’ en valenciano, y la tradición dice que es el hombre quien lo regala a su enamorada, aunque se puede generalizar en regalarlo entre seres queridos como muestra de agradecimiento y de amor.

¿De dónde viene la tradición Día de los enamorados valencianos?

Para encontrar el origen de esta celebración del Día de los enamorados valencianos tenemos que remontarnos al año 1338, cuando se cumplía el primer centenario de la entrada de Jaume I en Valencia y el Consell de la ciudad decidió realizar una conmemoración con una procesión especial que tenía como misión pedir a San Dionisio que remitiera la hambruna que afectaba entonces al Reino de Valencia debido a las malas cosechas.

Es así como los hombres guardaron productos de la huerta envueltos en un pañuelo para establecerlos como ofrendas y que ha derivado en dulces de mazapán debido a otro hecho histórico. Y es que, en el siglo XVIII, tras la Guerra de Sucesión fue prohibida la celebración de la entrada de Jaume I en Valencia con pirotecnia, y entonces fue cuando desde las panaderías y pastelerías ingeniaron hacer dulces en forma de fruta y petardos.

En este sentido se cuenta también que se idearon otros dulces además de los de la ‘mocaorà’, la ‘piuleta’ y ‘tronaor’ que recuerdan a cohetes, y que también hacen referencia a la forma coloquial con la que se dirige al aparato genital masculino en valenciano.

Otra creencia asegura que la tradición de regalar la ‘mocaorà’ viene de la ofrenda de productos de huerta que recibió la reina Violant de Hungria , esposa de Jaume I, cuando entraron en la ciudad de Valencia, por parte de sus habitantes.

Así, con la tradición de la ‘mocaorà’ las pastelerías son las protagonistas y suelen decorar sus escaparates con estos productos de mazapán, con lo que entran en un concurso anual que ofrece el Gremio de Panaderos y Pasteleros de València.