El exdirector del FBI, James Comey, no siempre encabezó la lista de enemigos del presidente Donald Trump.
“Has tenido un año tremendo”, le dijo Trump, entonces presidente electo, a Comey en enero de 2017, la primera vez que se vieron en privado en la Torre Trump de Nueva York. Trump le aseguró a Comey que tenía una “gran reputación” y que había manejado la investigación del FBI sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton “con honor”, según el relato de Comey sobre su encuentro en sus memorias de 2018.
Ese puede haber sido el punto álgido de su relación.
Momentos después, el director del FBI le contó a Trump por primera vez sobre el infame “expediente Steele”, que alegaba que Trump y su campaña se confabularon con los rusos para ganar las elecci