Indignarse por algo —o por todo— parece ser requisito fundamental para pertenecer al mundo MAGA, el de los seguidores del presidente Donald Trump. La última ola de ira la provocó el anuncio de la liga de fútbol NFL de que Benito Antonio Ocasio Martínez, mejor conocido como Bad Bunny, sería el protagonista del espectáculo del intermedio del Super Bowl, la final del campeonato de fútbol americano, que se jugará en Santa Clara, California, el 8 de febrero de 2026.
En entrevista con la cadena conservadora Newsmax, en su primer pronunciamiento sobre el tema, Trump dijo no haber escuchado nunca sobre Bad Bunny. “No sé quién es, no sé por qué lo hacen, es una locura, es absolutamente ridículo”. Pero en una divagación típica del mandatario, en la misma respuesta agregó que odia una nueva regla de