"Estos cielos no los había visto nunca. Normal, para mí, no es", dice el futbolista sobre los 'chemtrails', una teoría de la conspiración en la que se atribuyen fines oscuros a las estelas de condensación de los aviones

El futbolista Marcos Llorente la vuelve a liar: pasear sin camiseta a cero grados no eleva la melatonina y te expone a riesgos

Después de más de un año fuera de las convocatorias del seleccionador Luis de la Fuente, el jugador Marcos Llorente ha regresado esta semana a la concentración del equipo nacional de fútbol. Dos días después, en la primera entrevista que ha ofrecido, ha alentado de nuevo una teoría de la conspiración popular entre negacionistas: los llamados 'chemtrails'.

“Lo digo con mucha naturalidad. Yo miro al cielo y estos cielos no los había visto nunca. Normal, para mí, no es, y eso es lo que intento transmitir”, ha defendido el futbolista con el polo de la selección masculina de fútbol, en representación del combinado nacional, en una entrevista en El Desmarque. “Yo antes cuando veía el cielo no veía estas cosas, entonces... Lo único que digo es que para mí no es normal y no solo lo digo yo, lo dice muchísima muchísima gente, cada vez más”, ha añadido.

Sobre las reacciones que generan sus comentarios, dado que no es la primera vez que se pronuncia sobre las estelas de los aviones —tanto es así que ha sido directamente el periodista quien le ha preguntado al respecto—, Llorente ha asegurado que “hay miles de personas” que le escriben dándole las gracias. “Luego siempre está el típico que te dice que es vapor de agua y no sé qué”, lamenta sobre la que es la única evidencia científica del rastro de las aeronaves.

Y es que a pesar de que el deportista eche en falta “alguien que salga a decir lo que es”, la propia Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) recoge artículos en su web en los que alerta de esta teoría y en los que se zanja que “no es más que niebla y aire”. “El panel de científicos atmosféricos encuestados en este estudio afirman que el calor de los motores de aviación producen estelas de condensación vistos desde la superficie terrestre y son conocidos simplemente como estelas. Lo mismo que ha pasado desde que los primeros motores de aviones alcanzaban hace décadas elevadas altitudes”, argumentan.

Y agregan: “Con más vuelos comerciales en el cielo cada año, muchos aviones tienen que volar a altitudes superiores para acomodar el tráfico, lo que resulta en estelas de condensación que parecen durar más tiempo, según los expertos en el panel consultado. Varias estelas de condensación que se entrecruzan en el cielo es una prueba única que cada vez más las aeronaves están desplazando en las rutas aéreas”.

Estas estelas de condensación se forman a niveles de vuelto altos donde la atmósfera está suficientemente fría como para que se pueda producir la condensación. Ello, unido a unas condiciones de humedad suficientes, provoca que las estelas se perpetúen durante horas, se ensanchen y tomen formas irregulares. Es lo que se conoce como Cirrus homogenitus, según ha reconocido la Organización Meteorológica Mundial (OMM), que hace referencia a la acción del ser humano para crearlas —por el rastro de los aviones—.

Las teorías del 'chemtrail' como las que Llorente apoya sostienen sin ninguna base científica que las estelas no son estelas de condensación, sino rociados deliberados de producots químicos ideológicos con fines ocultos. Esta teoría conspiranoica comenzó décadas atrás, pero se ha potenciado con Internet, especialmente con la pandemia de Covid-19.