Mientras se prolonga la guerra en Ucrania, el debate de política económica en Rusia ha pasado de celebrar el crecimiento impulsado por la guerra a discutir si la economía está estancada o ha entrado en recesión. En el primer trimestre de 2025, el PIB disminuyó un 0,6% respecto al trimestre anterior, y luego creció sólo un 0,4% en el segundo trimestre. Incluso las previsiones más optimistas esperan que el crecimiento de Rusia se sitúe en torno al 1% en 2025, lo que supone un fuerte descenso respecto al 4,3% de 2024 y el 4,1% de 2023.
A pesar de esta desaceleración, la inflación sigue siendo un reto. Por ello, el Banco Central ruso ha rebajado recientemente su tipo de interés oficial en 100 puntos básicos -un recorte menor de lo esperado- hasta el 17%. Los consumidores rusos ya están notand