En un hecho alarmante, se ha documentado que el gobierno mexicano otorgó más de 190 contratos públicos a una red de empresas vinculadas con Los Chapitos , facción del Cártel de Sinaloa. Esto a pesar de que ya estaban señaladas por autoridades de Estados Unidos.
Las empresas involucradas incluyen Sumilab, Favela Pro, Agrolaren y Qui Lab. Se les adjudicaron contratos con entidades como universidades y hospitales, instituciones que deberían velar por el bien público.
La empresa central, Sumilab, fue acusada por el Departamento del Tesoro de suministrar precursores químicos utilizados para producir fentanilo. Aun así, siguió recibiendo contratos gubernamentales.
Tras las sanciones, sus directivos habrían cedido temporalmente sus cargos a familiares o testaferros, pero luego