El particular momento ocurrió en un acto público en el Museo Interactivo Mirador (MIM), y ante la confesión del pequeño, el jefe de Estado no perdió la calma y le respondió: “Dile a tu abuela que le puede caer bien o mal el Presidente y tiene todo el derecho a expresarlo siempre”.
“Pero dile que yo igual, en todo caso, tengo que trabajar para ella. Mándale un saludo”, agregó.