Mérida cuenta con solo tres asociaciones que atienden el problema de la ludopatía , pero la asistencia de los interesados en superar esta enfermedad mental es muy baja, en comparación con la gran cantidad de jugadores.

El grupo “Vuelve a vivir” apenas recibe a 30 personas en las sesiones de terapia y aunque muchos solicitan ayuda, cuando empiezan la cura desertan porque una de las condiciones principales para superar esta enfermedad es dejar el juego , y no lo hacen.

“Recibimos ocho solicitudes al mes, pero solo llegan una o dos personas a la sesión. Y cuando les pides que dejen el juego de apuestas ya no regresan, sino todo lo contrario, vuelven al casino”, relató Paty S, terapeuta de la Asociación de Jugadores Anónimos de Mérida “Vuelve a vivir”.

La entrevistada consideró

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