**Liberación de agresor de Nabila Rifo tras abandono judicial** El caso de Nabila Rifo ha tomado un giro inesperado tras la liberación condicional de su agresor, Mauricio Ortega Ruiz. Este hecho se ha visto facilitado por el abandono judicial del Servicio Nacional de la Mujer (SernamEG), que no pudo asesorar a Rifo en el proceso. La situación se originó cuando Beatriz Ramírez Díaz, la abogada que representaba a Nabila, fue destituida sin que se asignara a otro profesional para continuar con el caso. Esto dejó a Rifo sin representación legal en la audiencia que determinó la libertad de Ortega. Según la Unidad de Investigación de Bío Bío, el Juzgado de Garantía de Coyhaique notificó a Ramírez sobre la solicitud de libertad condicional de Ortega a finales de septiembre. Sin embargo, la abogada no pudo acceder a su correo institucional desde 2019, cuando se inició un sumario en su contra. Esto impidió que el SernamEG, bajo la dirección de Priscilla Carrasco Pizarro, pudiera asesorar a Nabila en su oposición a la liberación de su agresor. La relación entre Nabila y Beatriz comenzó el 17 de mayo de 2016, poco después del ataque que dejó a Rifo ciega. Ramírez presentó una querella por homicidio calificado frustrado en representación de la madre de Nabila. A medida que Nabila se recuperaba, le otorgó a Ramírez el poder total para representarla. Ortega fue condenado a 18 años de prisión, con una fecha de liberación prevista para el 8 de mayo de 2034. Sin embargo, la historia judicial de Nabila se complicó en 2019, cuando Ramírez fue suspendida y no pudo continuar con el caso. A pesar de que el SernamEG la apartó, nunca se reasignó el patrocinio a otro abogado. Las notificaciones del tribunal continuaron llegando al correo de Ramírez, lo que complicó aún más la situación. En 2024, se registraron incidentes en los que el hijo de Nabila fue trasladado a la misma cárcel que Ortega, lo que generó preocupaciones sobre su seguridad. Un informe de Gendarmería sugirió su traslado a otra unidad penal debido al riesgo que representaba su situación. Ortega, considerado un reo de conducta intachable, había comenzado a trabajar en la cocina del penal y había cumplido con sus obligaciones familiares. Sin embargo, fuentes cercanas al caso indican que Gendarmería no habría dado su visto bueno para su libertad condicional, citando una "conducta refractaria". Este caso pone de relieve las fallas en el sistema judicial y la falta de apoyo a las víctimas de violencia de género, dejando a Nabila Rifo en una situación vulnerable tras la liberación de su agresor.
Liberación del agresor de Nabila Rifo: un escándalo

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