Dicen que en la vida no hay dos sin tres. Y así lo asumió la rider canaria Alexandra Rinder , que recientemente se proclamó por tercera vez campeona del mundo de bodyboard , un título que supuso “un peso que se cae de encima después de tantos años de altibajos, sacrificios y momentos de dudar de una misma”.
Nacida en Gran Canaria y afincada desde hace años en Tenerife , Rinder ganó por primera vez el Circuito Mundial en 2014 y revalidó título en 2015 , pero la última década ha estado marcada, en su caso, por una lucha contra las expectativas y la adaptación de un talento precoz al voraz deporte de alta competición .
“Era cambiar el chip este año o pensar en si de verdad debería seguir”, asegura en esta entrevista. Durante años, se machacó mentalmente porque no se se