Las letras rojas y negras en el costado de Haslam’s Book Store, descascaradas tras años bajo el sol de Florida, decían a los amantes de los libros de St. Petersburg todo lo que querían oír.
El mural prometía “más de 300.000 libros en existencia”, una tradición de “compra y venta de libros desde 1933”.
Invitaba a los lectores a “entrar y curiosear” entre “más de 100.000 títulos, desde arte hasta zoología y de la A a la Z”.
Hace cinco años, la pandemia obligó a Haslam’s a cerrar por motivos de seguridad pública. Las palabras pintadas en el exterior del edificio daban esperanza a quienes imaginaban volver algún día para recorrer los polvorientos estantes.
En septiembre, los murales fueron pintados encima. El letrero de Haslam’s ya no está.
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