Durante el séptimo inning del juego entre los Yankees y los Blue Jays, el 8 de octubre, las cámaras del estadio captaron a Bad Bunny sentado mientras sonaba “ God Bless America ” . A su alrededor, el público se ponía de pie y entonaba la canción que desde los atentados del 11 de septiembre se ha convertido en un rito casi sagrado en los estadios de béisbol de Estados Unidos.

Bastó esa imagen —el artista más famoso del mundo hispanohablante permaneciendo sentado en medio de una multitud patriótica— para encender una tormenta mediática. En cuestión de horas, el video circuló con titulares acusatorios: “Bad Bunny desprecia a Estados Unidos” o “El futuro artista del Super Bowl no respeta la bandera”.

Comentaristas conservadores como Tomi Lahren o Clay Travis calificaron el gesto de “desd

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