El plan impulsado por Trump tiene ángulos ciegos, pero es el único sobre la mesa para poner fin al horror
Es un momento histórico, pero también profundamente doloroso. Las partes lo celebran con alivio… y con el peso de dos años traumáticos a las espaldas. Porque todo sigue siendo frágil, incierto. Este jueves, el Gobierno israelí ratificó —bajo el auspicio de Donald Trump— el acuerdo de paz con Hamás: 48 rehenes israelíes, la mayoría sin vida, serán canjeados por 2.000 presos palestinos. Y será el mismo ejército que ha asfixiado a los gazatíes con hambre y bombas el que permita ahora la entrada de ayuda humanitaria.
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