El polémico dirigente priista ha sorteado un puñado de acusaciones, blindado frente a cualquier proceso penal por la protección constitucional que el oficialismo le ha permitido mantener
El viejo fantasma de la alianza de facto entre el oficialismo de Morena y el PRI de Alejandro Alito Moreno resurge y ronda los pasillos del Congreso de México. El polémico dirigente priista ha sorteado un puñado de acusaciones de todo tipo, las más escandalosas apuntan a supuesto enriquecimiento ilícito y desvío de recursos por 83,5 millones de pesos, pero no han llegado lejos. Apenas han tocado base en el Congreso con un par de solicitudes presentadas por la Fiscalía del Estado de Campeche —entidad que Alito encabezó entre 2015 y 2019— para despojarlo de la inmunidad que le da el fuero constituci