Un trabajo científico coordinado por la Universidad de Arizona abre una ventana inédita que permite anticipar y manejar de los árboles, riesgos asociados a patrones climáticos poco comunes, según Environmental News Network.
La paleoclimatología dio un salto crucial en la comprensión de los veranos extremos: un equipo internacional descifró, a partir de los anillos de los árboles , la frecuencia histórica de los patrones atmosféricos que desencadenan olas de calor y sequías simultáneas en el hemisferio norte.
El análisis, liderado por la Universidad de Arizona y reportado por Environmental News Network , demuestra que estos minúsculos registros de crecimiento anual guardan la memoria de los veranos más severos y ofrecen una ventana única para anticipar amenaza