Maquío creía en la democracia, en la libertad y en que México no debía ser el país de una sola persona. Nos recuerda que la democracia limita el poder y establece contrapesos que vigilan al poder.

El pasado 1 de octubre recordamos el 36 aniversario luctuoso de mi padre Maquío. La significativa fecha me hizo pensar en su lucha por la democratización de México.

Después de la expropiación bancaria en 1982, Maquío emprende, junto con otros empresarios, un movimiento que llamó “México en la libertad”, convencido de que a nuestro País le urgía democracia y que el sistema político estaba en franca descomposición ya que la Nación se gobernaba al capricho del Presidente de la República. Creía que la democracia se finca en el equilibrio del poder, “lo peor es el absolutismo que acaba por corromper

See Full Page