La fertilidad femenina , tradicionalmente vinculada a la cantidad y calidad de los óvulos, es un proceso mucho más complejo, en el que la interacción entre el tejido ovárico y el sistema nervioso emerge como un factor determinante.

Así lo determinó un estudio internacional, publicado esta semana en la revista Science y liderado por la Universidad de California-San Francisco (UCSF) junto al Chan Zuckerberg Biohub San Francisco.

El trabajo aportó evidencia sobre el eje ovarios-cerebro y su papel central en la maduración y el envejecimiento ovárico , lo que abre nuevas perspectivas para el diagnóstico y tratamiento de la infertilidad.

Durante décadas, la disminución de la fertilidad femenina se explicó casi exclusivamente por la reducción progresiva en el número y

See Full Page